Profesor Gasparotti, usted es una autoridad internacionalmente reconocida en el campo de la liposucción y la lipoescultura. ¿Cuál ha sido la evolución de estas técnicas en el pasado y hacia dónde apunta su evolución en el futuro? La lipoescultura superficial tridimensional es la succión de grasa en las capas superficiales e intermedias. Se asocia a una apariencia más moldeada y a una mayor retracción de la piel. Es por completo diferente de la liposucción convencional porque se extrae grasa tanto de las capas superficiales como de las intermedias con objeto de poder esculpir mejor el moldeado del cuerpo. Con la liposucción convencional se extraía grasa únicamente de las capas grasas más profundas. Si no se extrae la grasa superficial, la capa exterior es más pesada y puede caer después de que se realice una succión profunda, formándose como resultado mollas (michelines) y protuberancias. A esta técnica se le denomina tridimensional porque extrae grasa en todas las capas y permite un moldeado delicado del cuerpo y no simplemente una reducción de volumen. Como concepto, la liposucción convencional era algo similar a desinflar un balón. Se succionaba la grasa con el fin de reducir el volumen total en una determinada área. Dado que actuaba en las capas más profundas, con esta técnica no se podía remedar las delicadas curvas de las nalgas, de las caderas y de la parte exterior de los muslos.